6 días de crucero

   Pues bueno, ya llevo seis días en crucero y mañana por la mañana he decidido que voy a pesarme, estos días estuve con mis hormonas trabajando a tope y no creí conveniente hacerlo por si había retenido líquidos y me desanimaba.

Hoy ha sido un día de PP y mi menú fue:

Desayuno: yogur con salvado de avena y café con leche.

Media mañana: café con leche, un yogur y pavo.

Almuerzo: pechuga de pollo con pimienta y hiervas aromáticas.

Cena: tortilla de tofu.

Ayer fue más divertido, mi menú PV fue éste:

Desayuno: yogur con salvado y pavo.

Media mañana: yogur, jamón york y café con leche.

Almuerzo: seitán en salsa de tomate y cebolla. Café con leche.

Cena: De primero sopita antiestancamiento según la receta de Eli

de segundo pastel de pollo con verduras y salsa de tomate;

y no me pude resistir, de postres comí un par de magdalenas de chocolate con un yogur cremoso 0% mezclado con queso batido.

   Os adjunto la fotito del seitán, estaba delicioso y es realmente fácil de cocinar. Corté el seitán casero, del que ya sabéis la receta, y lo puse en la sartén a cocer un poquito junto con la cebolla cortada muy finita así como un ajito. Cuando ya estaba un poquito hecho eché el puré de tomate y una cucharada de quesito batido. Entonces lo dejé cocer un ratito con hiervas aromáticas y pimienta. Servido calentito estaba delicioso. Aquí teneis la foto de la pinta que tenía, realmente quedé llena.

   El pastel de pollo lo hice como hice el anterior pero mezclándole verduras que había hervido previamente. Herví espinacas, puerro y brócoli. Trituré la pechuga de pollo y lo reservé. Entonces cogí tres claras de huevo y las batí hasta el punto de nieve, entonces batí las yemas. Seguidamente agregué el pollo triturado y las verduras hervidas mientras lo batía todo. Le añadí pimienta y unas hiervas especiales que compré para sazonar el pollo y lo metí en el molde. Lo cociné en el horno durante unos 35 minutos a 180 grados.

   Mientras se cocinaba el pastel en el horno corté bien finita media cebolla y la cocí lentamente en la sartén con puré de tomate hasta que se quedó bien reducido. Como siempre, también le puse pimienta, me encanta la pimienta, creo que a todos los platos que no son dulces les pongo pimienta, jaja.

   Aquí tenéis la foto, sólo comí un pedacito ya que con la sopa ya estaba bastante llena. Éste pastel quedó más amoroso y tierno que el anterior por las verduras y también porque tenía más huevo. Os lo recomiendo. Luego me comí dos magdalenas de postre, el dulce me tienta mucho por la noche, aunque creo que no lo voy a hacer más, cuando como algo dulce me despierta un no sé qué que luego tengo más ganas de seguir comiendo dulce y acabo comiendo más de lo que quería.

¿No os pasa que cuando coméis dulce os despierta las ansias de seguir comiendo dulce? ¿Alguien tiene una receta para controlar esas ansias?